Hoy compartiré con ustedes la receta de caramelo líquido que a pesar de ser muy fácil tiene sus secretitos para que resulte atractiva en todo sentido.
Requiere cuidado y atención constantes para obtener un caramelo con la consistencia, el sabor y el color deseados.
El zumo de limón le aporta un toque de brillo, también lo suelo añadir en la elaboración del almíbar, receta que muy pronto prepararé en mi cocina.
Ingredientes:
- 1/2 kg de azúcar.
- 2 cucharadas de zumo de limón.
- 1/4 taza de agua hirviendo ( y un poquito más si fuera necesario para obtener la consistencia deseada).
Elaboración:
- Colocar el azúcar en una sartén u otro recipiente adecuado junto con el zumo de limón.
- Cocinar a fuego lento controlando constantemente que la cocción sea pareja.
- Cuando el azúcar se ha disuelto adoptando el color dorado propio del caramelo, mezclar, añadir lentamente el agua hirviendo y continuar mezclando hasta que la preparación adquiera uniformidad y resulte líquida.
- Retirar del fuego, verter el caramelo ya sea en la budinera en que se lo empleará, o bien en algún recipiente
adecuado para conservar hasta que se lo vaya a utlizar.
Sugerencias:
- El zumo de limón da brillo a la preparación.
- La cocción debe ser a fuego lento (mínimo) y pareja, para evitar que el azúcar se queme. Si el azúcar se quema el caramelo tendrá un color oscuro, casi negro, y adoptará un sabor amargo.
- Durante toda la cocción la temperatura debe ser mínima.
- Tener mucho cuidado al elaborar el caramelo para evitar quemarnos. No probar el caramelo caliente.
- Añadir lentamente el agua hirviendo prestando mucha atención para no quemarnos y mezclando constantemente.
- Se puede añadir más agua si queremos un caramelo más líquido, pero siempre agua hirviendo. El caramelo al enfriarse tomará más consistencia, es decir que quedará un poco más espeso, lo cual es importante tener en cuenta al momento de ver la cantidad de agua que añadiremos para obtener un caramelo más o menos líquido.
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